Calidad del aire en Colombia: cuando la salud se pone en riesgo
Según el DNP en el 2015, la contaminación del aire urbano aportó el 75% del costo en la salud en Colombia, que estuvo asociado a 10.527 muertes y 67,8 millones de síntomas y enfermedades. Este mes se espera la expedición de una norma nacional de calidad del aire más estricta.
El aire limpio es uno de los aspectos básicos para mantener la salud y bienestar humano, por lo que el deterioro en el estado de la calidad del aire supone una amenaza para la salud a nivel mundial. Este deterioro se relaciona principalmente con la emisión de diferentes contaminantes a la atmósfera, provenientes de fuentes diversas, tanto naturales como aquellas asociadas a la actividad humana.
Entre las principales fuentes de contaminación del aire se destacan las relacionadas con los procesos industriales y de manufactura; la quema de combustibles y desechos; el transporte y de fuentes naturales que involucran la actividad volcánica, los incendios forestales, la erosión, entre otras.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire representa en la actualidad el mayor riesgo ambiental para la salud, encontrando que cada año unos 7 millones de personas mueren prematuramente por causas asociadas, lo que se traduce en una de cada ocho del total de muertes en el mundo. Estas muertes están vinculadas tanto a la contaminación del aire de interiores (principalmente por quema de combustibles sólidos en las viviendas como carbón, madera y estiércol animal) como en exteriores.
Entre los principales contaminantes que ponen en riesgo la salud humana encontramos el Ozono (O2) asociado principalmente al asma; el Dióxido de Nitrógeno (NO2) y el Dióxido de Azufre (SO2) relacionados con el asma, los síntomas bronquiales, las alveolitis y la insuficiencia respiratoria; y el material particulado (PM, por sus siglas en inglés), siendo este último de mayor interés por ser el mayor causante de enfermedades y muertes vinculadas a la contaminación del aire, además de ser el que se encuentra en mayor concentración en las zonas urbanas.
Ciudades amenazadas por partículas peligrosas para la salud
El material particulado (PM) es clasificado de acuerdo a su tamaño, el cual es medido en micras (milésimas de milímetro), clasificándose en dos tipos de partículas: PM10 (las que miden entre 2.5 y 10 micras) y PM2.5 (las de menos de 2.5 micras). Las PM10 se forman básicamente por residuos de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas y cemento, mientras las PM2.5 proceden sobre todo de fuentes de combustión.
Estas partículas suspendidas son las que representan mayor amenaza a la salud, ya que son lo suficientemente pequeñas (10 micras o menos) como para evitar ser retenidas por la mucosa e ingresar al sistema respiratorio (como referencia, el diámetro de un cabello mide 70 micras aprox.) y las más perjudiciales son las PM2.5 que al ser inhaladas pueden llegar a las partes más periféricas de las vías respiratorias y los pulmones, es decir a los bronquiolos y a los alvéolos.
La exposición prolongada a concentraciones superiores de estas partículas ha demostrado ser causa del aumento de la mortalidad, principalmente por enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer de pulmón, por lo que según los lineamientos de la OMS, el promedio anual de concentración de material particulado (PM) no debe superar los 20 microgramos de partículas (para PM10) y los 10 microgramos de partículas (para PM2.5) para evitar riesgos a la salud de la población.
Al respecto, encontramos que en Colombia el principal contaminante del aire urbano (según datos actualizados al 2015) fue el material particulado, el cual es producido en gran parte por la quema de combustibles fósiles y es el que más se ha asociado con efectos adversos en la salud. Sin embargo, la actual norma de calidad del aire (Resolución No. 601 de 2006 con su modificación del 2010) establece como niveles máximos permisibles, 50 microgramos para PM10 y 25 microgramos para PM2.5, lo cual supera con una gran diferencia los estándares de la OMS.
Lo anterior genera preocupación ya que según el más reciente informe del estado de la Calidad del Aire en Colombia elaborado por el IDEAM para el periodo 2011-2015, los contaminantes que representaron la mayor proporción de incumplimientos de los límites máximos permisibles (según la norma nacional) fueron precisamente el material particulado PM2.5 y PM10. El Área Metropolitana del Valle de Aburrá (que incluye a Medellín), Bogotá, Bucaramanga, la jurisdicción de la CAR y la Zona Minera del Departamento del Cesar fueron las zonas con los niveles más altos de contaminación.
A esto, se suma un estudio del Departamento Nacional de Planeación (DNP) que asegura que la contaminación del aire urbano aportó el 75% del costo en la salud, con $15,4 billones de pesos (1,93% del PIB de 2015) asociados a 10.527 muertes (el 77% de las muertes totales por contaminación del aire) y 67,8 millones de síntomas y enfermedades. Estas muertes y enfermedades estuvieron relacionadas principalmente con cáncer de pulmón; enfermedad cardiopulmonar, bronquitis crónica y otras enfermedades de las vías respiratorias.
Para el 2015, los porcentajes de muertes y los costos de salud asociados a la contaminación del aire urbano en diferentes ciudades y regiones fueron:
• En Bogotá, el 10.5% (3.219 muertes) generó un costo en salud de $4,2 billones de pesos, equivalentes al 2,5% del PIB de la ciudad
• En el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, el 12,3% (2.105 muertes) generó un costo en salud de 2,8 billones de pesos, equivalentes al 5% del PIB del área.
• En Cali, el 9,5% (1.317 muertes) generó un costo en salud de $1,7 billones de pesos, equivalentes al 5,6% del PIB de la ciudad.
• En Bucaramanga y Floridablanca, el 10.5% (484 muertes) generó un costo en salud de $0,6 billones de pesos, equivalentes al 3,9% del PIB de la ciudad.
Frente a este panorama, se prevé que este mes el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) expida la nueva norma de calidad del aire en la que entre otros aspectos, incluiría el fortalecimiento de la gestión preventiva y de la medición de la calidad del aire, así como el establecimiento de niveles de contaminantes mucho más drásticos y acordes con los estándares mundiales.
Medellín y Bogotá entre las ciudades capitales que presentan niveles más críticos de contaminación
En marzo del año pasado Medellín (segunda ciudad más grande del país) y varios municipios del Valle de Aburrá declararon la alerta roja ambiental por el aumento significativo de material particulado (principalmente en PM2.5) que se registró durante 27 días, que en el día más crítico registró 129 microgramos (casi 13 veces superior a lo que indica la OMS). Esto se repitió justamente un año después en marzo de este año donde se registraron concentraciones de partículas PM2.5 superiores a 60 microgramos en algunas zonas, según datos del Sistema de Alertas Tempranas del Área Metropolitana (SIATA).
Al respecto, el Alcalde de Medellín indicó que la contaminación en la ciudad se debe principalmente a fuentes móviles que son las causantes del 80% de la contaminación, lo cual se soporta en cifras del Área Metropolitana del Valle de Aburrá que afirman que entre el 2005 y el 2015 hubo un crecimiento exponencial del parque automotor pasando de 478.000 a 1’347.736 (un aumento de cerca del 64.5%) que en un 90% está representado por automóviles y motos.
En Bogotá el promedio de PM10 fue de 52 microgramos (año 2014), de 44 microgramos (año 2015) y de 45 microgramos (año 2016) mientras que la media anual de PM2.5 fue de 23 microgramos (año 2014) y de 19 microgramos (año 2015 y 2016), según los datos de la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA). Las cifras de las estaciones de monitoreo de calidad del aire en la ciudad, indican que localidades como Kennedy, Puente Aranda y la Sevillana son las que presentan niveles más altos, que de acuerdo a esta misma secretaría, se deben principalmente tanto a las industrias, como a los camiones, volquetas y tractomulas que ingresan a la ciudad por esta zona.
Néstor Rojas, profesor e investigador en Calidad del Aire de la Universidad Nacional de Colombia hace un tiempo refiriéndose a Bogotá indicó que “si solo se toma como parámetro la norma colombiana, un análisis ligero establecerá que la ciudad tiene un aire de buena calidad, pues cumple con la norma. Pero si se compara con el lineamiento de la OMS, claramente se concluirá que la calidad del aire no es buena”. Lo que teniendo en cuenta las cifras presentadas, podría aplicarse a otras ciudades y regiones del país.
¿Cómo podemos aportar?
Activismo ciudadano: A través de campañas en redes sociales, manifestaciones simbólicas, charlas, foros, entre otros, vemos como colectivos ciudadanos, ambientalistas, expertos y personas del común se han sumado para aportar a la discusión, denuncia y concientización sobre la calidad del aire en el país. A continuación, algunos ejemplos:
El colectivo ciudadano La Ciudad Verde actualmente impulsa la campaña ‘El aire que respiro’ en Bogotá que busca empoderar a la ciudadanía brindándoles cifras, indicadores y datos de diversas fuentes sobre la calidad del aire en la ciudad, además de espacios de discusión con expertos y tomadores de decisiones. “Queremos que la ciudadanía sea parte activa de la transformación cultural, normativa y tecnológica que necesita Bogotá para mejorar su calidad del aire, lo que se traducirá también en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas”, resalta Santiago Aldana, co-coordinador de la iniciativa.
En el mes de abril del año 2016, las esculturas del artista Fernando Botero ubicadas en la plaza del mismo nombre en el centro de Medellín aparecieron con tapabocas como parte de una manifestación simbólica en el marco del proyecto Low Carbon City que hacía un llamado a dirigentes y ciudadanía en general, sobre la situación crítica de la calidad del aire en esta ciudad.
En Twitter encontramos algunas cuentas desde las que se comparte información sobre este tema y se hacen denuncias. Algunas de ellas son:
@RespiraBogota y @AIREMedellín: Iniciativas ciudadanas que buscan llamar la atención sobre la Calidad del Aire en las ciudades de Bogotá y Medellín.
@CalAireColombia: Grupo que reúne a expertos e interesados en la calidad del aire en Colombia y Latinoamérica.
@nyrojasr: Cuenta de Néstor Rojas, profesor e investigador en Calidad del Aire de la Universidad Nacional de Colombia.
@danielbernalb: Cuenta de Daniel Bernal, ambientalista y fundador de Humedales Bogotá.
@CamiloPrietoVal: Cuenta de Camilo Prieto, médico cirujano y miembro fundador del Movimiento Ambientalista Colombiano
Movilidad sostenible: Son varias las opciones que se pueden implementar para contribuir al mejoramiento de la calidad del aire, especialmente en las ciudades:
• Utilizar la bicicleta o caminar: Además de ejercitarte, ahorras tiempo y dinero, no generas contaminación y en el caso de la bicicleta, ocupas menos espacio en la vía.
• Compartir el automóvil: Si tienes carro, compartiéndolo con más personas puedes ahorrar dinero, conocer gente, ayudar a que la movilidad mejore (menos carros= menos trancones) y disminuir la contaminación. Aplicaciones como Fuímonos, Voy con cupo o mobiliza conectan a conductores y pasajeros para que compartan el carro.
• Utilizar el transporte público: Haces ejercicio, disminuyes la contaminación y aportas a la movilidad de la ciudad.
Escrito por
Colombiana. Apasionada por la educación y la comunicación. Interesada en temas ambientales y sociales @jhoabastet
Publicado en
Dirigida a compartir contenidos sobre temas vinculados al cambio climático en Latinoamérica. Creada por CLIMALAB.